martes, 5 de noviembre de 2013

El ocaso de los dioses


Cuna del fulgor, ninfas del fuego,
Dardo de amor que penetra el tesoro,
Poderoso Zeus, lluvia de oro,
Semilla que germina a Dios.
 
Oráculo de dioses rendidos por flaquezas,
Sucumben a Venus, la diosa del amor,
Cuerpo celestial de seductora belleza,
Esclavos de su lecho y sin honor.
 
Después del resplandor llegó el ocaso,
Ahora lágrimas al sol,
En otro tiempo derrochaban ira,
Ahora se apagan envejecidos y olvidados.
 
Tristes deidades se alzan al cielo,
Como espectros sin vidas, muertos,
Suspiros de estrella con brillo incierto,
Éxodos de ángeles en desconcierto.
 
Ídolos de barro, polvo de viento,
Colosales estatuas de un dios hambriento,
Delirio eterno,
Almas en pena en el averno.
Copyright © 16/2012/1160

4 comentarios:

  1. Para los griego en su momento los dioses era motivo de alegría y felicidad después fue motivo de tristeza y dolor ...... frente al mundanal ruido de políticos y ambiciosos adláteres que sucumben al vil metal y a la flaquezas del prójimo.
    Bonita poesía. Te atreves con todo

    ResponderEliminar
  2. Generación de dioses con un futuro brillante, esclavos de los vicios y el deshonor, más o menos como ahora pero mas fuerte.
    Colosal la poesía

    ResponderEliminar
  3. Hoy día hay muchos dioses sueltos pero no venden como antes.
    Antes estaban en el Olimpo, hoy son más terrenales, pero con los mismos vicios.
    Poesía con música celestial.
    Cuídate

    ResponderEliminar
  4. Me alegro mucho de leerte de nuevo , hermoso poema crítico y reflexivo.

    ResponderEliminar