El halcón y la presa

Las aves de mi albuhera,

Vuelan con tal armonía,

Que van pintando los cielos,

De arte y de fantasía.

 

Si no fuera por ese halcón,

Que vuela por las alturas,

Proyecta su sombra al lago,

Terror, pánico y locura,

En las aves hace estrago,

Cuando baja del balcón.

 

Un hervidero de aves,

Se ocultan entre las cañas,

Donde se mecen las naves,

Entre espigas de cizaña.

 

Ya desciende en picado,

Luz que atraviesa el vacío,

Va tendiendo ya sus garras

A una garza despistada,

De un zarpazo la desgarra.

 

Caza y vuela con furor,

Suelta la carne en su nido,

Dos polluelos, ¡que chillidos!,

Engullen la presa entera,

Abajo queda el clamor,

De las aves de mi albuhera

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