miércoles, 10 de abril de 2013

La voz del alma (Relato de ficción)


 
Me hallaba suspendida en el aire sobre el cuerpo, cuando sentí que abandonaba el mundo y emprendía un viaje con destino al otro lado, estando cerca del final de un túnel, una luz cegadora me dejó agotada, busqué un sitio donde poder descansar, miré en mi entorno y no muy lejos encontré un lugar muy bello,  un hermoso jardín en medio de un páramo, me acomodé y comencé a reflexionar  en voz alta, ¿por qué voy a cargar yo con los pecados del cuerpo?
 
El cuerpo, (Gonzalo), era una persona sensible, inteligente pero también un vividor, su verdadera vocación era el placer, disfrutando intensamente de todos los caprichos que le venían en gana, era el rey de la noche, del juego, de los placeres carnales, además ejercía una influencia negativa sobre los demás. Era un diablo suelto, el espíritu del mal,  a veces pensé si era un ángel caído.
 Llevó muy mala vida y no tuvo tiempo de arrepentirse, un fatal accidente lo apartó del mundo terrenal  y descansa en paz.
Yo en cambio tengo que responder de sus actos, me enjuician por la flaqueza de otro y no es justo que tenga que “limpiarme” o mejor purificarme por las delicias del cuerpo.
Se me tiene que ocurrir algo que cambie mi destino, algo así como volver a empezar, que Gonzalo vuelva a nacer con un nuevo cuerpo y yo rencarnarme en el mismo ser.
 
Me presenté ante el Altísimo, dialogué con un ser luminoso, le expuse el caso detalladamente, después esperé respuesta.
La iniciativa que propuse no es que entusiasmara pero obtuvo un veredicto favorable. Me concedieron una segunda oportunidad de salvación.

A partir de ahora tengo que ocuparme de guiar al cuerpo por el buen camino, tengo que participar de sus estados de ánimos y saber en cada momento sus sentimientos.
Un día decidí aparecer por sorpresa en La Tierra, en un hogar que necesitaba un hijo, era una buena familia que recibió con entusiasmo su nacimiento.
A partir de ahora teníamos que luchar contra el primer enemigo, el mundo.
 
Pasó la niñez jugando y haciendo travesuras pero también aprovechando el tiempo, quería ser abogado criminalista como su padre, cosa que consiguió al cabo de los años.
Un día lo vi jubiloso y entusiasmado, ¿estaba enamorado?,  Natalia es una maravillosa compañera de bufete, de espectacular belleza, pero hay algo que esconde, no obstante me dio tal alegría que me moría de gozo, entonces comprendí que el cuerpo es solo para atraer, no te enamora te excita, uno se enamora del  alma, del interior de la persona.

El nuevo Gonzalo era una personal agradable, juvenil y simpático con gran poder de convicción.
Por su profesión comenzó a defender a mentes criminales, implicándose mucho en la vida de otros. A veces le he creado remordimientos de conciencia para  revelarle que se estaba equivocando.
Un día se le pidió defender un caso raro, un hombre que la policía había cogido “in fraganti” con un cuchillo en la mano inclinado sobre una mujer cubierta de sangre, parecía un caso muy claro que el hombre era el asesino. Pero él tenía que probar que era inocente, a cambio se le ofreció  dinero prestigio y placer.
 Hace unos días recibió una llamada de alguien con mucho poder, diciéndole que el acusado era una persona respetable y muy influyente y que tenía pruebas que  lo exculpaban del delito, no obstante por si fallaban estas,  había que buscar un chivo expiatorio para encubrirlo. A esto último Gonzalo se negó rotundamente y lo amenazaron, exigiéndole cumplir el pacto o que se atuviera a las consecuencias.
Descubrió que las pruebas podían ser fabricadas, una de ellas era un pacto firmado por los cónyuges “la mataba para que no sufriera”, (tenía una enfermedad degenerativa), pero estaba claro que la mató de forma cobarde y alevosa.
 Yo no quería que fuera abogado del diablo, quería que fuera abogado de los indefensos, pero me llena de orgullo que tenga el único título que quería para su vida.
 Natalia guarda un secreto y hasta que llegue el momento, no quiere que lo supiera Gonzalo, (estaba casada, su marido quedó paralítico el día de la boda a causa de un accidente y a los dos meses entró en estado de coma profundo).
Ella ama a Gonzalo pero no le quiere ser infiel a su marido.

 Eran las doce de la noche y seguían en el despacho preparando la defensa del día siguiente cuando se cruzaron unas miradas llenas de amor, ternura y fuego, ocurrió lo que  se esperaba, perdieron la razón, el sol no apareció y la noche fue testigo de una locura de amor eterna, yo experimente algo que nunca me había ocurrido, levitaba fuera del cuerpo, sentía atracción por el alma de Natalia, sensaciones extrañas de vida, llenas de amor y de gozo.

Se celebró el juicio y pasó lo que se esperaba, las pruebas fueron desestimadas en su totalidad y el acusado fue declarado culpable de homicidio.
Había que tener cuidado, podían sufrir un ataque de represalias del crimen organizado, se fueron al despacho abatidos, tomando todo tipo de precauciones, en la sala de juicios hubo caras con miradas asesinas.
 
Se refugiaron una en el otro y fue una noche de amor apasionante, espectacular y confusa.
Ocurrió algo muy extraño, se oyeron gritos pidiendo ayuda, de pronto se oyó una Voz que dijo “¿Qué queréis que haga?” “¡salvadnos Dios mío!, y sucedió como un milagro, todo a nuestro alrededor estaba muerto, (Natalia y Gonzalo fueron asesinados por gente del hampa), viajábamos en el tiempo, éramos como dos ondas en otra dimensión,  dos espíritus afines, capaz emitir vibraciones de felicidad, sentimientos de amor y ternura, ¡asombroso desconcierto!
En la materia estaban escritos nuestros nombres con destino al Paraíso Celestial.
El amor ocupó el vació interior llevándonos a lo más  afortunado de toda la existencia, un lugar paradisiaco, un inmenso jardín de una belleza espectacular.
Caía el sol en el horizonte, mientras la luna radiante hacia su majestuosa aparición.
Nos dieron alojamiento en el hogar celestial. (Un espacio entre vidas donde se  descansa y se toma conciencia de la nueva visión fuera del cuerpo).

Despuntaba el  día,  alborada mágica con insuperable armonía de luz y color,  el silencio se convirtió en música celestial, voces espirituales con timbres claros, profundos y cristalinos.

Miro y me sintió observada, no tengo una visión real fuera del cuerpo físico, sin embargo noto la presencia de mi alma gemela. ¿Natalia?, ¡si  Gonzalo!, ¡ya somos espíritus!, ¿Cómo te encuentras?, me siento viva, me “abrazó” emocionada, ¿Dónde estamos?,” La voz dijo, hoy estaréis conmigo en el paraíso”. 

Hoy es el tercer día desde que nos liberamos del cuerpo y debemos pasar por  El Tribunal Supremo, (El Ojo Celeste), donde nos juzgarán las acciones pasadas.

{{El Ojo celeste: Monumento majestuoso de singular belleza. Tiene forma de pirámide truncada coronada por el ojo celeste dentro de un triángulo radiante}}.

La sentencia condenó a Natalia al Purgatorio.
Nuestras almas se agitaron,
El Altísimo preguntó ¿Qué sucede?
El espíritu de Natalia contestó:

“Imploro y suplico Tu clemencia, no hubo pecado de conciencia, hubo un solo hombre en mi existencia, quiero a Gonzalo con vehemencia y al infierno me lleve esta sentencia, si no consigo del Padre su indulgencia”.

Sus palabras conmovieron al Padre, había hablado “el corazón”:

El viento sopló sobre nosotras alzándonos del suelo, un resplandor nos hizo temblar, al final se escuchó:

Os salvó el amor, regresasteis a para alcanzar la gloría. Os guiará mi luz por todo el paraíso, id en paz.

Vibraron de felicidad y alegría, el poder de atracción entre las dos almas era tal, que se convirtió una en la luz de la otra.

Copyryrigh16/2013/1907

3 comentarios:

  1. Relato místico de ficción muy interesante con sentimientos muy profundos y muy singulares.
    He disfrutado leyéndolo.
    Gracias

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  2. Muy conseguido. La fe mueve montañas.
    Felicidades

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  3. Muy bonito y buenas defensoras, sus almas, de las vivencias de sus cuerpos.

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